Mi nueva vieja bici

Hacía rato que quería tener una bici.

Tuve una hasta los 18 años más o menos y creo que la fui dejando de usar cuando ya tenía que pasar más tiempo en la escuela y la onda con los amigos era caminar charlando por el barrio.
Después la abandoné, pobre, y la verdad que terminó siendo regalada luego de un montón de tiempo bajo el sol y la lluvia sin cuidado.
Diez años más tarde me agarró una nostalgia tremenda. Empecé a ver mucha gente andando en bici acá en Buenos Aires y siempre me decía "pucha, tengo que comprarme una y retomar ese hábito de libertad".
Pero nunca lo hacía, siempre tenía otras prioridades. Era una idea que iba y venía.
Finalmente, llegó su tiempo. Mi tío está por mudarse de una casa que fue muy querida por todos nosotros. Una casa donde mi tía, infelizmente, no está más. Una casa que sin ella dejó de ser lo que era.
Y, como toda mudanza presupone limpieza y organización, termine heredando con mucho gusto y honor la bici que usaba mi Titi :o)
Esta vez no tengo excusa: tomé como misión recuperarla un poco y darle todo el brillo - y uso - que pueda.
Espero tener muchas aventuras para contarles a bordo de mi nueva Margot.


PD: Antes de ser de la Titi, esta bici era de Carlos, amigo de mis tíos. Ese señor la quería tanto que una vez, cuando se la robaron, fue a la villa cercana a buscarla jaja. La encontró ya en venta en una "bicicleteria" local. Llamó la policía y armó alto bardo para recuperarla.
Hace muchos años, cuando Carlos falleció, fue el recuerdo que dejó para mis tíos.


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